En Civilización en transición[1], Jung señala la enorme dificultad de la
tarea de la individuación para el humano civilizado, "... el individuo en
la masa queda disminuido moral y espiritualmente” (§ 536). "Lo
inconsciente de uno se proyecta en el otro: lo que uno pasa por alto de sí
mismo se lo reprocha a otro” (§ 40). "La resistencia frente a la masa
organizada sólo puede ofrecerla quien en su individualidad está tan organizado
como la masa.” (§ 540). La época de Jung es la Modernidad, iniciada en el
Renacimiento, anteponiendo razón sobre religión, especialmente desde la
revolución francesa con la "diosa razón” triunfante. Se sacraliza una individualidad
idealizada, mientras que el desarraigo con lo inconsciente hace al sujeto
víctima de los fenómenos de masa. Estados y ciencia son deificados y el
individuo pierde su instinto de autoconservación. Jung anticipa las reacciones:
"El espíritu inconsciente de la época compensa la actitud de la
consciencia y anticipa, presintiéndolos, los cambios del futuro ...” (§ 584).
Surge el postmodernismo, iniciado hacia 1970 por movimientos artísticos,
culturales, y filosóficos, opuesto a la Modernidad por ser antidualista,
afirmar que el lenguaje crea literalmente realidad y que la verdad es cuestión
de perspectiva. La reacción al posmodernismo es una "nueva
modernidad", el sentido de la vida humana se integra en la protección de
la naturaleza, el medio ambiente, el planeta y se destaca la "inteligencia
universal colectiva", equipada con la tecnología para la superación de
todos los problemas de la humanidad. Es un relato mítico que proviene de lo
inconsciente negado: "La imagen del mundo que nos proporciona lo inconsciente
es de índole mitológica” (§ 23). La realidad líquida del polaco Zygmunt Bauman
es una mordaz descripción de la sociedad que se basa en el individualismo: algo
temporal, inestable con fecha de caducidad y significantes vacíos. El
consumismo no gira en torno a la satisfacción de deseos, sino a la incitación
del deseo de deseos siempre nuevos para saciar las ansias de renovación. Todo
es indiferente y todo está permitido. El yo es voluntad de poder, y la verdad
es encubrimiento de ese mismo afán. Cuando algo deja de ser rentable se deja y
se busca otra cosa. La mirada clínica a los procesos psicoterapéuticos
encuentra en los pacientes el "humano arcaico” tras la fachada de la
máscara. "Los arquetipos son la parte ctónica del alma, la parte que le ata
a la naturaleza o al menos en la que se manifiesta de manera más tangible su
vinculación con la tierra y el mundo.” (§ 53). La sociedad líquida normaliza la
estructura clínica Borderline caracterizada por la difusión de cualquier
identidad (de género, de pertenencia, de arraigo...), y anestesia la angustia
existencial con diversos opios de la conciencia. La aldea global, distopia del
neoliberalismo, ofrece tecnoreligiones. En esta comunicación se articularán
estos conceptos con aportaciones clínicas de materiales colectivos de pacientes
y la experiencia del autor de etnias (Yanomamis, Hadza, ...) con cosmovisiones
centradas en lo inconsciente.
[1] OC Jung Vol. 10. Ed. Trotta. Madrid. 2001
- Teacher: Mikel Garcia Garcia
Social networks